Biografía

Mi vida va más allá de lo que aprendido en las montañas.

Mi vida es una historia de superación personal y profesional en la que he comprendido lo que de verdad significan la valentía, la motivación y el inconformismo.

Junto a la Edurne alpinista profesional hay una empresaria, una conferenciante, una mujer solidaria… con una inquietud constante por descubrir nuevas experiencias dentro y fuera de su deporte.

  • 1973
  • 1994
  • 1998
  • 2001
  • 2002
  • 2003
  • 2004
  • 2005
  • 2007
  • 2010

Edurne Pasaban (Tolosa, Gipuzkoa, 1 de agosto de 1973)

Además de ser la primera mujer en completar la ascensión de los 14 ochomiles de la tierra, es licenciada en Ingeniería Industrial por la Universidad del País Vasco, Máster en Gestión de Recursos Humanos por ESADE Business School y Profesora Asociada del Instituto de Empresa.

 

Tolosa ciudad natal de Edurne Pasaban

Trabajó como ingeniera en la empresa familiar y después abriría un pequeño hotel rural y restaurante.

Practicar deportes de montaña era algo habitual en la vida de Edurne, pero nunca se planteó dedicarse plenamente a ello.
Su primer trabajo como profesional fue como ingeniera en la empresa familiar, dedicada a la construcción de cortadoras y bobinadoras de papel, PASABAN S.A., empresa puntera en el sector del papel internacional. Más adelante fundaría su propio negocio: un pequeño hotel rural y restaurante en el País Vasco, «Abeletxe».

 

Edurne Pasaban propietaria del Restaurante Abeletxe

El Camino / de 0 a 8.848 metros

Un talento natural para moverse en la montaña, el interés compartido por sus compañeros y su ilusión cada vez mayor llevaron a Edurne a buscar picos más allá del País Vasco y Pirineos. Cuando tenía 15 años empezó a escalar en roca con su primo Asier (futuro compañero de cumbre en varios ochomiles). Un año después ascendía el Mont Blanc. Luego escaló en Andes para, finalmente, enfrentarse a su primer reto himaláyico: el Dhaulagiri, que intentó (sin cumbre) en el 98.

 

Edurne Pasaban el camino a los 8000

Su primera expedición al Himalaya la realizó en el año 1998, experiencia que repetiría en numerosas ocasiones en las grandes montañas de Asia

En 2001 se incorpora a su primera expedición al Everest (8.848 m). Era una oportunidad única en la vida: escalar un pico de más de ochomil metros es una experiencia que pocos montañeros pueden permitirse, pero verse cara a cara con el techo del mundo es un sueño hecho realidad. En aquel momento Edurne, a sus 28 años, era una perfecta desconocida en el mundillo montañero. Pero cuando regresó a casa, llevaba la cumbre en el bolsillo. Y la adicción al Himalaya en las venas; tenía que regresar.

 

Everest la primera expedición de Edurne Pasaban

Luces y sombras / momentos dulces y amargos

Nunca le faltaron invitaciones, pero también le esperaban momentos amargos. En otoño de ese mismo año probó suerte de nuevo con el Dhaulagiri (2001). El día de cumbre, la montaña estaba en condiciones muy peligrosas y Edurne tomó la difícil decisión de no subir. Su amigo Pepe Garcés sí lo intentó, pero un resbalón durante el descenso le costaría la vida. Inquebrantable, al año siguiente Pasaban volvió a hacer cumbre, en el durísimo Makalu.

 

Edurne Pasaban consigue la cumbre del Makalu

Edurne enlazaba las cimas de Lhotse y los dos Gasherbrums. El reto de los 14 ochomiles empezaba a tomar forma…

Si algún veterano aún dudaba de que Edurne fuera algo más que una chica con suerte en las montañas tuvo que tragarse sus palabras. La tolosarra enlazaba en el mismo año (2003) las cimas de tres ochomiles: Lhotse y los dos Gasherbrums, un logro reservado a pocos alpinistas de elite. Desde ese momento, el mundo de la montaña miró a Edurne con otros ojos: no sólo era la española con más ochomiles coronados, sino una firme candidata a ser la primera mujer en completar los famosos «catorce». Quien menos se planteaba entonces tal posibilidad era la propia Edurne. «Solo quiero escalar», aseguraba.

 

Edurne Pasaban en la cumbre del Lhotse

La batalla del K2 / la montaña salvaje

El K2 (8.611 metros), que celebraba el 50 aniversario de la primera ascensión, esperaba a Edurne. Sólo unos metros más bajo que el Everest, está considera por muchos como uno de los picos más peligrosos del planeta.
Junto al equipo del programa Al Filo de lo Imposible de TVE se organizó una expedición con grandes medios y los mejores himalayistas del panorama nacional. Edurne, no obstante, no estaba del todo mentalizada… Además, se daba la triste circunstancia de que ninguna de las seis mujeres que lo habían hollado hasta ese momento estaba viva para contarlo.
El intenso frío durante el día de cumbre, la complicación de los últimos tramos y el tiempo invertido fijando cuerdas y abriendo huella por delante de todas las demás expediciones presentes en la montaña, exprimieron su energía hasta la última gota. El descenso se convirtió para Edurne, exhausta y con los pies congelados, en una lucha al límite por la supervivencia. La aventura terminó en una larga y dolorosísima recuperación en el hospital, y dos dedos de los pies amputados.

 

K2 la montaña salvaje

La batalla del K2 / resurgir de las cenizas

La traumática experiencia llevó a Edurne a replantearse su futuro. Necesitó calma y tiempo para sopesar opciones, e incluso consideró la idea de dejar el montañismo. Descansó, viajó, y continuó con sus estudios. Incluso cuando regresó a Pakistán (2005) y llegó a la cima del Nanga Parbat, aún no tenía claro hacia dónde encaminar su carrera. «Volví a enviar solicitudes de trabajo en proyectos de ingeniería», recuerda la alpinista. «Sin embargo, al final me hice la pregunta clave: ¿Sería feliz trabajando como ingeniera el resto de mi vida? La respuesta fue que no».

 

Edurne Pasaban en la cumbre del K2

Edurne se reencuentra, recupera la motivación y afronta su gran desafío: ascender los 14 ochomiles y, si es posible, ser la primera mujer

Meses más tarde volvió a otro ochomil, el Shisha Pangma, pero con una actitud diferente: acompañada sólo por amigos íntimos, sin repercusión mediática, y por la ruta que realmente quería escalar: la bella vía Británica de la cara Sur. Las malas condiciones le impidieron hacer cumbre, pero no importó. Había vuelto a encontrar la motivación. «He regresado a las montañas», escribió al final del viaje. Desde entonces, Edurne ha tomado el control de las ascensiones que emprende, decidiendo qué hacer y a dónde ir.
La chica que sólo quería escalar con sus amigos se ha convertido en un verdadero líder de expedición. En el verano de 2007 corona el Broad Peak. De vuelta, y mientras planea el año siguiente, decide que realmente puede y quiere completar el desafío de ascender los 14 ochomiles y, si es posible, ser la primera mujer.

 

Edurne Pasaban con amigos en la cumbre del Broad Peak

Alpinista profesional, empresaria, conferenciante, mujer solidaria…una inquietud constante

Tras hollar el Dhaulagiri, Manaslu y el Kanchenjunga, donde Edurne vivió uno de los «momentos más difíciles de su vida», la alpinista tolosarra llega al Shisha Pangma. Allí, el 17 de mayo de 2010, gracias a su determinación, se convierte en la primera mujer de la historia en subir los 14 picos de más de ochomil metros del planeta.

 

Edurne Pasaban en la cumbre del Shisha Pangma

Actualmente

Edurne Pasaban ejerce como conferenciante y formadora en empresas nacionales e internacionales, imparte clases como profesora asociada en el IE Business School de Madrid y es consejera en el grupo empresarial ANTUERTA S.L.

«Soy y siempre seré alpinista profesional, pero además, he recorrido y recorro muchos otros caminos en mi vida profesional.»

  • Ingeniería Técnica Industrial en la Universidad del País Vasco (UPV – EHU)
  • Programa SEP (Senior Executive Program) y Máster en Gestión de Recursos Humanos en ESADE Business School de Barcelona (2005 y 2007)
  • Máster en Coaching Ejecutivo y Management en el IE Business School de Madrid (2012)
  • Candidatura al Premio Príncipe de Asturias del Deporte 2010, Premio Adventurer of the Year de National Geographic 2010, Premio Nacional del Deporte Reina Sofía 2010, el Premio Vasca Universal 2010

Libros

Biblioteca imprescindible para conocer en profundidad los logros de Edurne Pasaban

  • Una historia de amor, una historia de amor con la montaña, y que como en todas las historias de amor hay pasión, alegría, felicidad… pero también sufrimiento, pérdidas personales, decepciones y renuncias.
    Es, en definitiva, un libro muy personal, humano.

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  • Edurne Pasaban se convirtió en la primera mujer en escalar los catorce picos de más de 8.000 metros. Este logro récord puso a la mujer vasca en la lista de Aventureros del Año 2010 de National Geographic.
    Al año siguiente, las revistas The Alpinist y Outside también la colocaron en sus listas de Aventureros del año.

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